En México hay 160 especies de agave
El pulque (del náhuatl poliuhqui, descompuesto), la “bebida de los dioses”, es un recurso biocultural valioso, con amplia historia donde se relacionan diferentes personajes, prácticas y tradiciones que han sobrevivido durante miles de años, desde la época prehispánica hasta nuestros días, de ahí la necesidad de reconocer su importancia, afirmó el mediador educativo del Jardín Botánico del Instituto de Biología (IB) de la UNAM, Rodrigo Arredondo Fernández.
De manera natural, añadió, los magueyes son 100 por ciento americanos, y tuvieron su diversificación en México; en nuestro país se aprendió a domesticarlo para darle diferentes usos.
En la actividad conmemorativa Magueyes fantásticos: los secretos del pulque, la investigadora del IB, Mariana Vallejo Ramos, refirió que existen aproximadamente 200 especies de esa planta; de ellas, 160 las tenemos en México. “La riqueza es enorme”.
Cerca de 40, como Agave americana, se usan para obtener aguamiel y su fermentación para preparar pulque, que en náhuatl se nombra octli; xé, en ixcateco; tsi’ij, en triqui; urape, en purépecha; y en zapoteca, zo.
En nuestro país se le da el nombre común de maguey a cualquier especie de agave (palabra derivada del griego que significa “admirable” o “noble”), de la cual se obtiene una de las bebidas mexicanas por excelencia, y también fibras, forrajes, así como el mixiote (una especie de papel que se extrae de las pencas para contener el platillo del mismo nombre).
Sus flores sirven como alimento rico en nutrientes; y sus espinas, como agujas o clavos. “Da mucho y pide poco, ya que puede crecer en suelos muy pobres, y aunque le puede costar adaptarse, puede prosperar”.