Como una acción que fortalecerá las actividades que se realizan en la entidad para la disposición final de medicamentos caducos, la titular de la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH), María Zorayda Robles Barrera, recibió de manos del director general de la empresa Sistema Nacional de Gestión de Residuos de Envases de Medicamentos, A. C. (Singrem), José Aedo Sordo, cinco contenedores seguros.
Desde el Hospital de Apan, la secretaria estatal destacó la importancia de que las empresas que contribuyen a la generación de medicamentos se conviertan en aliados en la tarea titánica de dar acceso a toda la población a los tratamientos indicados para sus padecimientos, al convertirse, con este tipo de acciones, en compañías social y ambientalmente responsables.
Recordó que, al inicio de la actual administración, la dilación y desperdicio de medicinas e insumos era indiscriminado, pues se encontraron en bodegas de hospitales toneladas que no se distribuyeron, por lo que, acotó, es necesario reorganizar los mecanismos de asignación para que estos lleguen a quien lo necesita:
“Requerimos continuar con la capacitación en el manejo de medicamentos, pero, fundamentalmente, en la adecuada clasificación y prescripción de estos, a fin de que en las recetas solo se soliciten los requeridos para el tratamiento y no existan desperdicios en los hogares”.
En tanto, José Aedo Sordo destacó la intención de Hidalgo por mantener una estrecha relación con empresas preocupadas por el buen manejo de los residuos farmacológicos, puesto que los medicamentos caducos representan un riesgo para la salud, además del impacto implícito en el medio ambiente por su desecho indiscriminado y sin control.
Por lo anterior, explicó que Singrem surgió de una iniciativa de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma) para establecer una empresa que se hiciera cargo de los residuos de medicamentos de toda la industria, en lugar de que cada laboratorio tuviera su propio plan de manejo.
Destacó que en Hidalgo ya existen 214 contenedores seguros, a través de los cuales se han recolectado y desechado más de 252 toneladas de medicamentos, y cuya ruta es supervisada y vigilada por la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COPRISEH).