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Explosión en toma clandestina, en Tetepango, Hidalgo, deja al menos dos muertos y más de diez heridos

Se incendian cuatro camionetas con combustible robado; revive la tragedia de Tlahuelilpan

Una poderosa explosión sacudió la tranquilidad de varias comunidades durante la noche del domingo, luego de que una toma clandestina en un ducto de Pemex ardiera en llamas, provocando una escena dantesca que iluminó el cielo y sembró el pánico entre los habitantes. Al menos dos personas murieron calcinadas y una docena más resultaron con quemaduras de gravedad, en uno de los incidentes más severos relacionados con el robo de hidrocarburos en lo que va del año.

De acuerdo con fuentes cercanas al caso, el siniestro se desató cuando una chispa —probablemente generada por fricción entre metales o un encendedor mal manipulado— encendió los vapores del combustible que estaba siendo extraído de forma ilegal. Las llamas envolvieron de inmediato cuatro camionetas adaptadas con contenedores plásticos, utilizadas para transportar el hidrocarburo robado.

Los estruendos y las columnas de fuego fueron visibles a varios kilómetros. Vecinos de comunidades cercanas reportaron vibraciones en ventanas, puertas, así como un penetrante olor a gasolina en el ambiente, lo que generó temor de nuevas explosiones.

Despliegue de emergencia y caos en la zona

El incidente provocó la movilización urgente de brigadas de Protección Civil, Cruz Roja y Bomberos de varios municipios colindantes, quienes trabajaron por más de tres horas para controlar el fuego y enfriar la zona, mientras militares y elementos de la Guardia Nacional acordonaron el área para evitar el ingreso de curiosos.

Los heridos —algunos con quemaduras de tercer grado— fueron trasladados en helicópteros a hospitales de especialidad en Pachuca y Ciudad de México. Hasta el cierre de esta edición, no se han dado cifras oficiales por parte de las autoridades, pero se estima que el número de víctimas podría aumentar conforme avanzan las investigaciones.

Pemex detectó la toma, pero no intervino a tiempo

Petróleos Mexicanos confirmó que el ducto afectado forma parte del sistema Tuxpan–Tula y reconoció que la toma había sido detectada previamente mediante monitoreo de presión, pero que su intervención fue postergada por la dificultad de acceso al punto exacto. La situación ha encendido críticas sobre la efectividad de los protocolos de respuesta ante este tipo de delitos.

Por su parte, el gobernador del estado lamentó los hechos a través de redes sociales y reiteró su llamado a la población para no involucrarse en actividades de alto riesgo como el huachicoleo, que —dijo— “no solo cobra vidas, sino que pone en peligro comunidades enteras”.

Fiscalía investiga; temor en la región

La Fiscalía General de la República abrió una carpeta de investigación para deslindar responsabilidades y determinar si detrás del incidente se encuentra una red organizada de robo de combustible, una práctica que continúa latente en la región pese a los operativos de seguridad y campañas de prevención.

El caso ha revivido el fantasma de Tlahuelilpan, donde en 2019 una explosión similar cobró la vida de más de 130 personas, marcando uno de los episodios más dolorosos en la historia reciente del país.

Mientras tanto, la zona permanece bajo resguardo y con acceso restringido ante el riesgo de nuevas fugas. La población, aún consternada, exige mayor vigilancia, castigo a los responsables y acciones efectivas para erradicar un delito que, como lo demuestra esta tragedia, sigue cobrando vidas en Hidalgo.

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