En medio del panorama que dejaron las intensas lluvias en la Sierra Otomí-Tepehua, comunidades enteras de Huehuetla permanecen evacuadas ante el riesgo de nuevos deslizamientos de tierra. Un geólogo y un ingeniero de Protección Civil estatal recorren la zona para determinar si los habitantes podrán volver o si sus hogares quedaron inhabitables.
Los especialistas inspeccionan el cerro de Chapingo —donde ocurrieron los principales deslaves— y las comunidades de Santa Inés y Dos Caminos, afectadas por derrumbes que destruyeron caminos y viviendas.
Mientras tanto, las familias evacuadas permanecen en refugios temporales, a la espera del dictamen técnico que definirá su futuro. “Lo primero es resguardar la vida de las personas; nada vale más que eso”, se subrayó durante las labores de apoyo en la zona.
Autoridades locales y estatales mantienen presencia en el área, brindando asistencia y verificando que no existan nuevos movimientos del terreno. Dependiendo de los resultados, se definirá si las viviendas pueden ser rehabilitadas o si será necesaria la reubicación definitiva de los habitantes.
