Epazoyucan no es solo un punto geográfico en el mapa de Hidalgo. Es tierra de historia, cultura, naturaleza y gente trabajadora. Hoy, más que nunca, este municipio vive una etapa decisiva: ha elegido transformar su destino de la mano de un gobierno local que ha hecho de la planeación, la transparencia y el contacto ciudadano sus principios rectores. Y al frente de este esfuerzo se encuentra Carlos Montaño Rodríguez, un alcalde que no ha llegado a improvisar, sino a construir desde la raíz, con convicción y responsabilidad.
Iniciativas como la construcción de un hospital general, un Centro de Comando y Control para mejorar la seguridad pública, nuevos corredores ecoturísticos, ciclovías, y un rastro municipal, integrados en su Plan Municipal de Desarrollo, reflejan una apuesta clara por el desarrollo social y económico, pero también por el bienestar integral de las personas.
Lo mismo sucede con proyectos como el reordenamiento del transporte público, el rescate de monumentos históricos o el impulso al cultivo del maguey que hablan de una visión integral, que mira al futuro sin perder el arraigo con las tradiciones.
En el Plan Municipal de Desarrollo 2024–2027 Carlos Montaño y su equipo de trabajo han dejado claro que se trata mucho más que un documento administrativo. Es un compromiso vivo con cada habitante, una hoja de ruta orientada a dar respuesta a los grandes desafíos que presenta el municipio.
Carlos Montaño Rodríguez sabe que gobernar no es solo administrar recursos: es tener la sensibilidad para escuchar, la capacidad para gestionar y el carácter para decidir con justicia. Por eso, su compromiso no es solo con la obra pública, sino con una gestión honesta, ética, cercana y tecnológicamente moderna.
Uno de los mayores retos es convertir las fortalezas naturales y culturales del municipio en motores de desarrollo sostenible. Epazoyucan tiene un enorme potencial turístico, vinculado al ecoturismo, la historia, la gastronomía y el patrimonio geológico. Formar parte de la región Geoparque Comarca Minera, reconocida por la UNESCO, no es solo una distinción, es una responsabilidad de preservar, promover y proyectar al mundo las riquezas locales sin comprometer su futuro.
Epazoyucan también puede crecer como destino de turismo histórico y gastronómico. Sus tradiciones, sus productos locales y su identidad única son recursos vivos que pueden traducirse en bienestar para sus habitantes. Pero este desarrollo no será sostenible sin una infraestructura sólida y una cobertura adecuada de servicios públicos. Por ello, la apuesta del gobierno municipal por la infraestructura social, el combate a la pobreza energética y el acceso equitativo a agua potable, salud, educación, empleo digno y espacios deportivos y recreativos.
El alcalde Carlos Montaño está convencido de que el verdadero cambio no ocurre por decreto. Se construye día a día, con decisiones valientes y con la colaboración de todas y todos.
Epazoyucan tiene lo que muchos municipios anhelan: liderazgo con visión, recursos naturales excepcionales, una población participativa y un proyecto claro de futuro. Lo que está en juego no es poco: es el bienestar de generaciones presentes y futuras.
Hoy Epazoyucan está en marcha. Con paso firme, con identidad, con esperanza. Y lo más importante: con un gobierno que escucha, planifica y actúa.
