La Contraloría del estado de Hidalgo, bajo la dirección de Álvaro Bardales, ha iniciado un riguroso proceso de supervisión para garantizar la transparencia en la cancelación y destrucción de placas vehiculares en la entidad. Estas actividades tienen como objetivo asegurar que cada paso, desde la recolección hasta la eliminación final de las placas, se realice de manera eficiente y cumpliendo con las normativas vigentes.
Entre mayo y junio de este año, la Contraloría verificó un total de 18,424 placas vehiculares inhabilitadas en diversos centros regionales de la Secretaría de Hacienda Estatal. En el período de julio a agosto, se inspeccionaron 17,749 placas adicionales. Además, se recolectaron 95 placas sobrantes y se recibieron 1,998 documentos digitales relacionados con bajas vehiculares y actas del Ministerio Público por extravío.
El proceso de supervisión incluyó una revisión detallada del estado físico de las placas, la verificación de su correcta inscripción y almacenamiento, así como la comparación entre los registros documentales y el inventario físico. Este esfuerzo fue realizado en centros regionales ubicados en localidades como Tizayuca, Actopan, Huejutla de Reyes, y Pachuca de Soto, entre otras. Aunque la mayoría de los centros cumplieron con las normativas, se identificaron algunas observaciones menores, principalmente relacionadas con la documentación, las cuales fueron corregidas en presencia del Órgano Interno de Control.
El ciclo de supervisión culminó con el traslado de 18,080 kilogramos de placas de lámina para su destrucción final. Este proceso no solo garantiza el cumplimiento de las normativas, sino que también asegura que las placas canceladas sean recicladas de manera eficiente. Los recursos generados por este reciclaje se destinarán al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Hidalgo, contribuyendo así a la generación de beneficios sociales en la entidad.
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