A LA LUZ AZUL DE DISPOSITIVOS DIGITALES
En los últimos tres años la mayoría de la población hemos abusado del uso de dispositivos digitales, sobre todo en la noche, antes de dormir, lo que ha provocado alteraciones en la calidad del sueño y los ritmos circadianos por la estimulación fótica o luminosa
La luminosidad que los teléfonos celulares emiten a nuestros ojos durante la noche aumenta el estado de alerta de los usuarios y también provoca daños al órgano que modula la visión. Por ello, debemos cuidarlos evitando estos estímulos nocivos de la luz azul que también alteran los ritmos circadianos.
El sueño está controlado por un proceso homeostático (capacidad de los seres vivos de mantener la estabilidad interior de sus cuerpos) y otro circadiano, por lo que es necesario dormir para tener buena salud, y descansar para recuperar lo que perdimos durante el sueño; cuando estamos ante un estímulo fótico esto ya no ocurre.
Las más nocivas de las luces son la ultravioleta y la ultravioleta azul (de longitud de onda corta), que normalmente recibimos por los dispositivos digitales, que también podrían generarnos cataratas y alteraciones en el despertar.
Cuando esa luminosidad llega a la retina es absorbida por los bastones y conos (células fotorreceptores clásicas de la retina) lo que provoca disminución en la cantidad de melatonina que se secreta y que conduce a cambios en la expresión genética, lo que genera alteraciones epigenética o cambios puntuales que podríamos heredar a nuestra descendencia. Ocasionaría modificaciones a largo plazo en la plasticidad neuronal y en la actividad neuronal.