Un grupo de científicos descubrió en Chiapas una nueva especie de lagartija. Se trata del dragoncito de Coapilla (Abronia cunemica), que es endémico de México y del cual se tiene registro de solo cinco ejemplares. Dos investigadores de la UNAM colaboraron para el hallazgo: Adrián Nieto Montes de Oca e Israel Solano Zavaleta, ambos pertenecientes a la Facultad de Ciencias.
De acuerdo con Nieto Montes de Oca, este descubrimiento es, en parte, fruto de un trabajo efectuado desde hace 30 años, el cual ha sido impulsado por la necesidad de conocer a fondo toda la diversidad de anfibios y reptiles que viven en México. Esta labor fue realizada, en gran medida, gracias a la secuenciación de ADN, que permite además descubrir las relaciones filogenéticas entre las especies.
En tanto, Solano Zavaleta, quien ha sido colaborador frecuente en los trabajos de Adrián Nieto, explicó que en este descubrimiento se tuvo algo de fortuna, ya que un contacto les envió un par de fotos de un ejemplar extraño. Comparando con los registros que tenían de los dragoncitos de Chiapas, Israel Solano se dio cuenta que el ejemplar reportado no correspondía a ninguno conocido en la zona.
“Los dragoncitos (Abronia) son un género de lagartijas muy difícil de trabajar, porque son muy escurridizas, más de lo normal. A veces uno puede coincidir con ellas de manera fácil y puede visibilizar 3 o 4, pero hay días, e incluso semanas, donde no las ves. Entonces este descubrimiento fue de mucho empeño y de mucha inversión en cuestión de tiempo”, dijo.
El dragoncito de Coapilla habita en los árboles del norte de Chiapas; el único macho adulto encontrado pesó 38 gramos y tuvo una longitud aproximada de 12.7 centímetros de largo (sin considerar la cola). Asimismo, se han localizado tres hembras adultas que pesaron 23 gramos y tuvieron una longitud de 11 centímetros de largo (sin considerar la cola).
Al igual que numerosos miembros de su género, su cola es prensil lo que les permite afianzarse de las ramas y escalar hasta 40 metros de altura. Su coloración es en marrón claro, con bandas transversales oscuras, que a veces se reducen a una serie de manchas, y su cabeza es de color amarillo pálido, con marcas oscuras en formas de flechas; asimismo, carece de escamas supra-auriculares protuberantes y de escamas posterolaterales de la cabeza, con formas de casco.
La importancia de las lagartijas
Atacamos a las lagartijas por desconocimiento o ignorancia, sin saber que tienen una importancia ecológica y social. En los cultivos ayudan a controlar algunas plagas de insectos. En las zonas urbanas, evitan la proliferación de mosquitos, moscas y arañas, entre otros.
A pesar de que se les acuse de ser venenosas, lo cierto es que, a excepción del monstruo de Gila, no lo son. Además de fungir como depredadores, también tienen un papel de presas y son alimentos de otros animales como serpientes y aves.
En México, de acuerdo con datos federales, existen alrededor de 417 especies de lagartijas, siendo la familia Phrynosomatidae la de mayor diversidad, ya que representan 15.9 por ciento del total de especies en la nación.
Debido a que nuestro país es rico en la diversidad de tipos de lagartijas, ambos científicos invitan a la población a no matarlas y buscar los medios para preservarlas. Asimismo, piden a la gente se abstenga de capturar a estos animales si se encuentran con alguno, y en su lugar informar a las autoridades pertinentes sobre el avistamiento para llevar un registro adecuado.