De acuerdo con la Encuesta Nacional para el Sistema De Cuidados (ENASIC) 2022 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), existe una brecha de más de 12 horas de trabajo semanal entre hombres y mujeres con respecto al trabajo de cuidados dentro y fuera del hogar.
Asimismo, la ENASIC deja ver que, desde edades tempranas, las niñas y las adolescentes de entre los ocho y 14 años de edad se involucran en el trabajo de cuidados no remunerados a integrantes del hogar, con un 3.7 por ciento de participación, en comparación, los niños y los adolescentes solo participan un 1.3 por ciento.
Por otra parte, de las 8.5 millones de personas responsables del cuidado de la población infantil de cero a cinco años, solo el cuatro por ciento fueron hombres, mientras que, en el rango de seis a 17 años, el porcentaje aumenta a 9.7 de hombres involucrados, sin embargo, las mujeres representan el 96 y 90 por ciento respectivamente.
Carlos Augusto Hernández Armas, docente por asignatura de la Escuela Superior de Actopan
(ESAc), así como del Instituto de Ciencias de la Salud (ICSa) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), menciona que las nuevas masculinidades surgen como un modelo o postura teórica que busca desmantelar a un sistema patriarcal ya establecido por culturas pasadas, el cual se encarga de vulnerar a ambos géneros.
El psicólogo y doctor en ciencias sociales plantea que para nuestra sociedad es necesario reflexionar y discutir a profundidad sobre los roles de género existentes, en los cuales se impone la masculinidad hegemónica donde los hombres gozan de privilegios; sin embargo, las nuevas masculinidades o masculinidades alternativas buscan romper con esta construcción del género dominante para brindarles espacios sanos y libres de violencia a las futuras generaciones.
La postura busca terminar con el antiguo modelo donde se considera que los hombres solo son proveedores, fuertes, autoritarios y protectores, para dar paso a nuevas formas de ejercer la masculinidad, en las cuales se plantea acabar con los estereotipos de género, así como las actitudes y conductas violentas, trabajar en la empatía y corresponsabilidad en los ámbitos tanto público como privado.
Para Carlos Augusto Hernández Armas, el ejercicio de masculinidades alternativas les permite a los hombres hablar abiertamente sobre la validación de las emociones, sus sentimientos, involucrarse activamente en la crianza y cuidados de sus hijas o hijos, dejando a un lado el modelo hegemónico de paternidades ausentes.