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“Yolcocoliztli”, entre almas y mitos mexicanos

Las leyendas mexicanas se manifestaron en el Aula Magna “Alfonso Cravioto Mejorada”, del Centro de Extensión Universitaria (Ceuni) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), con el espectáculo de danza contemporánea y música en vivo “Yolcocoliztli: Mi alma sigue aquí, sigue sufriendo”, en donde participaron la
Compañía de Danza Contemporánea “Luz Corpórea”, el Ensamble Universitario “Leví” y la Compañía de Zancos
“Trotacielos”, bajo la dirección artística de Benazir Jiménez.
La muerte, con sus mejores ropajes, fue la encargada de adentrar a la audiencia a este mundo en donde los espectros, seres fantásticos y lo sobrenatural se dieron cita para celebrar la riqueza mítica de México. Portando mascarás esqueléticas de distintos animales, las y los bailarines arribaron a escena para interpretar el primer acto dedicado a los nahuales, aquellos seres totémicos que acompañaban a los seres humanos desde su nacimiento como guías y espíritus protectores.
El charro negro, quien se dice que vendió su alma al diablo con el objetivo de tener una vida mejor, arribó al recinto
Garza en busca de quién tomará su lugar. Esta que es una de las figuras espectrales más emblemáticas de nuestro país, hizo muestra de sus dotes histriónicas y habilidad para atrapar al público con su trágica historia.
El rasgar de cuerdas y los versos de una canción se hicieron presentes en el Aula Magna para recordar a esos seres que, en las noches transformadas en bolas de fuego, bajan desde los montes y cerros en busca de almas nobles e inocentes que dormitan apaciblemente en sus cunas. Fue así como las brujas iluminaron de rojo el recinto universitario al ritmo del son jarocho homónimo, el cuál es una muestra más del sincretismo de nuestro país.
Para cerrar esta velada llena de misticismo, arte y cultura, un grito desgarrador en forma de verso retumbó en los
corazones de la audiencia al escuchar las siguientes palabras: “No creas que porque canto, ay Llorona, tengo el corazón alegre. También de dolor se canta, ay Llorona, cuando llorar no se puede”. Enseguida, las y los artistas se transformaron en seres espectrales llenos de dolor y sufrimiento por la pérdida o la traición de un ser amado.
“Yolcocoliztli: Mi alma sigue aquí, sigue sufriendo” forma parte de la edición número 13 del Festival “Entre Muertos y Catrinas” que organiza la Dirección de Promoción Cultural de la UAEH para preservar las tradiciones mexicanas y acercar a la sociedad en general eventos artísticos y culturales. Dicho montaje escénico se presentará también en la Escuela Superior de Tizayuca (ESTi), el jueves 31 de octubre a las 16:00 horas.
El Festival cerrará sus actividades el próximo martes 29 de octubre con el espectáculo “Linín: un ciclo sin fin”, en donde los grupos de danza folclórica infantil y juvenil “FormArte”, la Agrupación de Danza “Fusiforme”, la Compañía de Danza Experimental Femenil “Cihuatl” y el Grupo de Cuerdas “Raíces” se unirán para contar la historia de la vida y la muerte desde la perspectiva de los totonacas, civilización mesoamericana que habitó lo que hoy es el estado de Veracruz.
El evento tendrá lugar en el Auditorio “Josefina García Quintanar” a las 17:00 horas, bajo la dirección escénica de Emilio Alva Martínez.

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