A Carlos Antonio López, indígena maya, detenido a finales de 2019, fue sentenciado en 2021 a 29 años, 6 meses de prisión. Estaban acusado de violación equiparada y abuso sexual agravado. Fue recluido en el Centro de Reinserción social en Tulancingo. Tuvo suerte con el abogado que lo representó, Alejandro Rosas García, ya que consiguió que se reconocieran sus derechos humanos al ser enjuiciado. El martes pasado salió libre. En el veredicto del Pleno del Segundo Tribunal Colegiado Vigésimo Noveno Circuito (Pachuca), en el amparo directo penal 381/2023, se resolvió proteger a López contra la sentencia dictada el 26 de abril de 2021. Sus padres, chiapanecos, argumentaron que la libertad de su hijo de 25 años, se le arrebató a través de la fabricación del delito por las autoridades ministeriales, señalando además que esto ocurrió “por ser indígenas y no hablar bien el español”.
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