En un acto cargado de alegría, inclusión y solidaridad, la presidenta municipal de Tulancingo, Lorena García Cázares, encabezó la entrega de juguetes a niñas y niños con discapacidad del Centro de Atención Múltiple CAM5, fortaleciendo con ello los vínculos con una de las instituciones más queridas del municipio.
Acompañada por Briseyda Torres, de la Contraloría del Estado y su voluntariado, así como por la presidenta del patronato DIF Tulancingo, Jessica Garrido Cázares, la alcaldesa destacó que esta acción tiene como propósito regalar sonrisas, motivar el desarrollo integral de la infancia con discapacidad y reconocer el gran trabajo de docentes y familias que todos los días apuestan por una educación con sentido humano.
Una acción con significado profundo
“Lo que hicimos hoy no fue solo entregar juguetes; fue sembrar esperanza y reconocer el valor de cada niña y niño que lucha todos los días por superar barreras”, expresó la mandataria tulancinguense, al agradecer el respaldo del contralor estatal, Álvaro Bardales Ramírez, y su equipo de voluntariado.
Los juguetes entregados —más que simples obsequios— fueron símbolo de inclusión, creatividad y estímulo para niñas y niños con condiciones como trastorno del espectro autista, discapacidad intelectual, parálisis cerebral, visual y psicosocial, quienes reciben atención especializada en el CAM5 bajo la dirección de la Lic. Martha Esbeydi Altamira Hernández.
Nuevo paso hacia la inclusión institucional
En el marco del evento, Lorena García también anunció con orgullo la creación de la Dirección General de Inclusión para Personas con Discapacidad y Personas Cuidadoras, un organismo pionero en el municipio que entrará en vigor tras su publicación en el Periódico Oficial del Estado. Esta nueva dirección estará a cargo de la Lic. Diana Peña Canales, y será un pilar fundamental para consolidar políticas públicas inclusivas.
Reconocimiento a quienes transforman desde la educación
Durante su intervención, se hizo un reconocimiento especial a la directora del CAM5, Martha Esbeydi Altamira, por su labor incansable en la formación de niñas y niños líderes, con una visión transformadora que enseña a ver más allá de los límites y a construir realidades más justas.