A 157 años de la muerte de S.M. el Emperador Maximiliano de Habsburgo, hoy recordamos su paso por el altiplano hidalguense.
Desde 1864 se estableció en México el Segundo Imperio Mexicano con Maximiliano de Habsburgo al trono junto con su esposa la Emperatriz Carlota, a pesar de que su paso por tierras mexicanas fue breve, pues fue fusilado un 19 de junio de 1967 en el Cerro de las Campanas en Querétaro, pasó a ocupar lugares importantes en los libros de historia.
Se cuentan muchas historias del Emperador Maximiliano de Habsburgo por estas tierras, sin embargo existe un documento que respalda lo dicho, pues una de sus visitas se registró en abril de 1865, en donde “El Diario del Imperio” relata los puntos por los que pasó, informando que el 23 de abril de 1865 visitó el pueblo de Apam, el texto fiel dice:
“Día 23 – Después de haber oído misa S.M. (Su Majestad) en la hacienda de Suapayuca, quiso ver algunas de las operaciones que se ejecutan para el cultivo y extracción del fruto de los magueyes; no obstante, la espesa neblina y lo fría que era la mañana, salió a ver dichas operaciones acompañado a S.M. las familias de los Sres. Campero.
Media Legua antes de Apam se encontraban en el camino arcos de flores y pañuelos, y al llegar a las primeras casas del pueblo, esperaban a S.M. varias señoras S.M. bajó del carruaje y entró a pie en la población, dirigiéndose a la iglesia y pasando enseguida a la habitación que estaba preparada. Al almuerzo concurrieron algunas señoras y las autoridades.
En este punto condecoró S.M. con la cruz de caballero de Guadalupe al Sr. Cura D. Agustín Madrid, sindico del ayuntamiento, y con la medalla del mérito civil de primera clase a D. Procopio Xicoténcatl.
S.M. visitó la escuela de este pueblo e inmediatamente después se dirigió para la hacienda de San Nicolas el Grande, donde pernoctó…”
Interesante ¿no?
Pues este relato forma parte de la historia del municipio. Si bien es cierto en aquellos años era muy común recibir a las personalidades y gobernantes con arcos triunfales que se colocaban al ingreso del pueblo, así como nombrar a comitivas, mujeres y niños de las escuelas a recibirles con gran regocijo.
De acuerdo a los anales de la historia y a los caminos que conectaban al municipio, podría suponerse que su llegada fue desde la hacienda el Marañon y que la sala donde le fue ofrecida una comida fuera la llamada Sala Consistorial, que era como el lugar donde sesionaba la asamblea y punto de reunión para este tipo de festejos o reuniones del pueblo, aunque cabe la posibilidad que se haya recibido en lo que hoy conocemos como el Salón Franciscano en el ex convento de la parroquia, lamentablemente el reporte del diario no es puntual.
Esto es una pequeña parte de lo que el municipio de Apan tiene en la historia de México, hoy es un simple relato, pero en aquellos años fue un gran acontecimiento.
Agradecemos a la revista Voz Apaneca con No. 149 del mes de mayo por compartirnos este aporte histórico.
