El dos de noviembre de 1821, Luego de traicionar la lucha por la Independencia de México, Agustín de Iturbide ordena que la bandera nacional, ahora del imperio iturbidista, se diseñe en franjas verticales y en el siguiente orden: verde, blanco y rojo. El verde ocupa el primer lugar en el lienzo; al centro, sobre el blanco, un águila coronada, sin culebra, nopal ni perla, pero con los símbolos de la casa real de España. Al final iba el color rojo.