Hoy adopté un humano…
Me rompió el corazón verlo tan solo y confundido. De repente vi sus ojos llorosos mientras miraba a los míos. Así que ladré con todas mis fuerzas y fui tras él, siguiéndolo de casa en casa.
Finalmente, me acerqué lo suficiente para tocar su mano con mi nariz. El hombre sonrió y sentí que su corazón comenzaba a calentarse. Me acerqué a su rostro y sentí que sus lágrimas comenzaban a fluir. Lo miré y me respondió con una hermosa sonrisa.
Salté a su regazo con entusiasmo, prometiéndole que estaría bien, que lo amaría para siempre y que nunca lo dejaría. Qué suerte que él pasara por donde yo estaba y que pudiéramos encontrarnos así. Yo también me sentí afortunado.
Tantas personas han estado allí, pero solo él, solo él, dejó de mirarme. Me alegro de que haya tomado una decisión y de que yo haya podido salvarle la vida.
Hoy adopté un humano.