La carretera estatal Huasca–Tulancingo está siendo reconstruida y ya muestra avances importantes, una obra que promete mejorar la movilidad y fortalecer el turismo en esta zona del estado, al beneficiar directamente a más de 17 mil habitantes y a miles de visitantes que transitan por la región.
Los trabajos forman parte de la segunda etapa de rehabilitación que realiza la Secretaría de Infraestructura Pública y Desarrollo Urbano Sostenible (SIPDUS), dependencia que este año retomó la obra ante la necesidad de contar con una vía más segura y funcional, utilizada principalmente como ruta alterna para evitar el paso por Pachuca.
En esta fase se interviene el tramo que va de la localidad El Pedregal al Museo de los Duendes, donde se invierten más de 30 millones de pesos. Se tiene previsto que este tramo quede abierto a la circulación a inicios de marzo de 2026.
Las labores incluyeron el retiro total del asfalto dañado, la colocación de una nueva base hidráulica, trabajos de sellado y finalmente la aplicación de una carpeta asfáltica de mayor resistencia, lo que permitirá una circulación más segura tanto para habitantes como para turistas.
Uno de los principales retos fue que no existe una vía alterna, por lo que la obra se ejecutó mientras los vehículos continuaban circulando, situación que complicó los trabajos pero evitó el cierre total del camino.
Esta reconstrucción es complementaria a la primera etapa realizada en 2024, que abarcó el tramo de San José Cacaloapan a El Pedregal. Con ambas fases, se han rehabilitado 7.88 kilómetros de los 11 que conforman esta carretera, considerada clave para la conectividad y el impulso turístico de la región.
Avanza reconstrucción de la carretera Huasca–Tulancingo
