Inicialmente al enterarse que el Rey Carlos II y después la Princesa Catalina, hija de su hijo Guillermo, estaban afectados por un padecimiento cancerígeno, asombró a los ingleses. Ambos están sujetos a un tratamiento especializado, además de guardar reposo absoluto. Los informes médicos que han trascendido han sido parcos, con el ánimo, se infiere, de no propiciar alarmas innecesarias. Por ahora, algunas de las funciones del soberano las realiza su esposa, la Reina Camila, de 76 años; su desempeño ha sido discreto y, según versiones, muy adecuado para la familia Real.
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