En marzo de 1840, el estado de Yucatán se separa de México en protesta contra el gobierno centralista de Santa Anna. La separación estará en vigor en tanto no se restablezcan las instituciones federales de la República suprimidas por el dictador. Como respuesta, el gobierno santanista cierra los puertos de Campeche y Sisal al comercio extranjero y declara piratas a las embarcaciones yucatecas que surquen el mar caribe y el Golfo de México. El movimiento separatista tiene como antecedente 1839, cuando Santiago Imán dirige otro levantamiento revolucionario que estalla en Tizimín, para restablecer el gobierno federal en la República.