Hay sucesos violentos que en verdad estremecen y, uno de ellos, por lo menos no públicamente aclarado, sucedió el lunes 23 de octubre pasado. Ese día, trece uniformados de la policía municipal de Coyuca de Benítez, en el poblado El Papagayo, en Guerrero, fueron abatidos tras una balacera que se prolongó alrededor de 30 minutos. Aparentemente los agresores formaban parte de un grupo del crimen organizado. Se identificó entre las víctimas al secretario de seguridad pública, Alfredo Alonso y al director de la policía, Honorio Salinas; los restantes 11 eran elementos, entre ellos una mujer. De acuerdo con un comunicado, los guardianes del orden atendían un reporte de violencia cuando fueron sorprendidos.
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