A Silvia Pinal Hidalgo se le considera la última gran estrella del cine mexicano en su época de oro. De esta forma la llama Alina Amozurrutia en su libro 100 mujeres en la historia de México. Originaria de Guaymas, Sonora, en 1931, eligió la actuación como medio de vida Su matrimonio con Rafael Banquells fortaleció su carrera. Destacó desde los 18 años. Se recuerdan, con Cantinflas Puerta joven (1949) y Tin Tan El rey del barrio (1949). A los 21 años ganó su primer Ariel por coactuación en Un rincón en el cielo (1952) y dos años más tarde, junto a Arturo de Córdova en Un extraño en la escalera (1954). Después, dos Arieles por Locura Pasional (1955) y La dulce enemiga (1956). Fue extraordinaria su vinculación con el realizador Luis Buñuel: Viridiana ((1961), El ángel exterminador (1962) y Simón del desierto (1964). Hubo otros exitosos filmes. Y ya, en los años setenta incursionó en teatro de comedia musical y televisión. En su vida personal, otros matrimonios: Gustavo Alatriste, Enrique Guzmán y Tulio Hernández. Asimismo, fue política: diputada federal, senadora y asambleísta del Distrito Federal. Tuvo cuatro hijos: Silvia Pasquel, Viridiana Alatriste, Luis Enrique y Alejandra Guzmán. Sufrió la pena de que Viridiana falleciera en accidente automovilístico, y su nieta, también Viridiana, hija de Silvia Pasquel, se ahogara en una alberca. Las preseas siguieron en reconocimiento a su excepcional calidad interpretativa. Hoy, ya retirada, tiene mucho bueno que recordar.
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