Cuando una persona afirma que “se le sube el muerto”, se trata de un trastorno del sueño conocido como “parálisis del sueño”, que es común entre la población (sobre todo en aquellas personas con turnos cambiantes como médicos, enfermeras, vigilantes de seguridad o soldados) provocándoles inmovilización o que no puedan hablar en el momento que tratan de conciliar el sueño o cuando están despertando.
“Este despertar incompleto pone en alerta nuestros sentidos, pero la función motora voluntaria del cuerpo se encuentra bajo el efecto del sueño MOR, que es una de las fases que caracterizan nuestro ciclo vigilia-sueño. En el sueño MOR hay una estructura a nivel del cerebro que se encarga de paralizar los músculos voluntarios, mientras la actividad de la corteza cerebral se encuentra activa”, explicó Milton René Morán Morales, médico de la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM.
También indicó que el trastorno por pesadillas se da durante la etapa de sueño MOR, en la que hay mayor hiperactividad a nivel de la actividad eléctrica cerebral, en la que se da conectividad y por ello, existen sueños más vívidos. De esta manera es como una persona puede recordar completamente lo que sucedió durante la pesadilla, inclusive le genera síntomas como ansiedad, angustia, taquicardias y hasta provocar un despertar abrupto.
“Este trastorno lo observamos mucho en pacientes con estrés postraumático, ansiedad, depresión, trastornos neurológicos como la narcolepsia (somnolencia extrema), que es un trastorno que se caracteriza por que los pacientes presentan sueño irresistible y se quedan dormidos platicando con otras personas, conduciendo, viendo la televisión, en el cine o en clases”, aseveró el neurofisiólogo.
Uno de los factores de riesgo que pueden desencadenar este tipo de eventos, dijo, es sobre todo en pacientes con apnea obstructiva del sueño, que es dormir boca arriba; por tanto, los especialistas sugieren que la mejor posición es de lado. Otro factor de riesgo es el consumo de bebidas alcohólicas o drogas, por lo que dejar de consumirlas sería lo mejor, incluso para la salud.
Origen de la creencia
“Durante la Edad Media la parálisis del sueño recurrente se representaba mediante las figuras del íncubu y súcubu, demonios de leyendas medievales, y por tanto no lo describían como un trastorno del sueño, sino como un fenómeno mágico–religioso relacionado con la hechicería o posesión demoniaca. Posteriormente alimentó el mito del vampirismo, y recientemente las abducciones alienígenas”, afirmó.