En otro de los encuentros desafortunados de México ante Estados Unidos, fue superado 3 goles a 0, anoche en la semifinal de la National League, en el Allegiant Stadium, en las Vegas, Nevada. Algo más de 65 mil personas, en su mayoría partidarias del seleccionado Azteca, quedaron desencantadas ante la exhibición de mínimos recursos del conjunto dirigido por Diego Cocca. Desde el inicio fue notoria la supremacía de los norteamericanos, muchos de ellos enlistados en clubes europeos. Veloces, sabios para desmarcarse, y de excelente dominio de la pelota se volcaron ante la portería defendida por Memo Ochoa. Christian Pulisic, incisivo y contundente, estuvo a punto de abrir el marcador, pero su disparo pasó arriba del marco mexicano. Sin embargo, se distinguió al anotar dos veces, uno en el primer tiempo y otro en el segundo; Ricardo Pepi fue el autor del tercero. Los roces entre los contendientes se fueron intensificando, y a la postre hubo cuatro expulsados, dos por cada conjunto. En el juego estuvo pálida, casi inexistente la ofensiva de los dirigidos por Cocca. Henry Martin nunca fue abastecido y su relevo, Santi Giménez. muy bien recibido, pasó por las mismas. Esto originó que algunos aficionados dejaran escapar el que se conoce como grito discriminatorio que, incluso, propició que el silbante, en la segunda mitad, suspendiera por minutos el cotejo. Ahora, Estados Unidos se enfrentará a Canadá por el primer lugar.
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