En los últimos años han crecido las oportunidades para que en sus acciones laborales las mujeres mantengan paridad de género con los varones. Esto se demuestra con quienes incursionan en política, en diversos partidos y encabezando diversas responsabilidades Se distingue algo que en el pasado parecía utópico: que alguna aspirara a ser presidenta de la República. Esta pretensión la satisface ahora Claudia Sheinbaum, exjefa de gobierno de la Ciudad de México. Pero hay otros ejemplos: ocho féminas son gobernadoras, aunque en septiembre serán 9, al tomar posesión Delfina Gómez en el Estado de México. En diputaciones federales, la mitad son mujeres, casi igual en senadurías y en el gobierno federal, en el gabinete de Andrés Manuel López Obrador, nueve de 19 pertenecen en encargos; difícilmente se les podrá etiquetar como sexo débil.
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