Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía indican que en 2023 la población lectora de 18 años y más en México fue de 68.5 por ciento, 12.3 puntos porcentuales menos que en 2016.
Resultados del Módulo sobre Lectura 2023, elaborado por ese organismo público, señalan que la población no lectora presentó mayor carencia de estímulos para esa práctica durante la infancia: 83 por ciento declaró que sus padres o tutores no la llevaban a bibliotecas o librerías; 79.7 por ciento dijo que no le leían; y 68.3 por ciento no veía a sus padres o tutores hacerlo.
Aunado a lo anterior, en la República mexicana vemos que se realizan ferias y eventos relacionados con los libros; sin embargo, no existe una simetría entre la oferta y el número de lectores en general, apuntó el especialista del Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información (IIBI) de la UNAM, Héctor Guillermo Alfaro López.
En menores, resaltó, es importante ofrecerles literatura para el desarrollo de sus procesos cognoscitivos, pues despierta su imaginación. “Es como una nave en la que se puede embarcar para navegar a donde lo conduzca su creatividad”.
También les brinda la posibilidad de aprender nuevas palabras, conocer personajes distintos a ellos o vivir situaciones que no experimentan en su día a día, ayudarles a desarrollar la empatía y a madurar, a ser constantes y potenciar su imaginación. Incluso hay que inculcarles el gusto desde el vientre materno, explicó.
De acuerdo con Alfaro López, cuando leemos con ellos compartimos tiempo de calidad y refuerza nuestros vínculos, además me permite saber quién soy, imaginar la vida que puedo construirme porque cuando nos engancha la maravilla de la lectura, nos abre el mundo de la imaginación y de las posibilidades de vida.