De acuerdo con el censo 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en Hidalgo son algo más de 30 mil las viviendas que no disponen de agua entubada. A esto se ha sumado una casi permanente escasez; en Pachuca muy resentida. Hasta ahora se conoce que la Comisión de Agua y Alcantarillado de Sistemas Intermunicipales (Caasim) no ha encontrado la forma de abatir el problema que se acentúa por largos periodos de poca precipitación pluvial. En algunos meses se tuvo que recurrir a pipas para la distribución del líquido. Queda como esperanza que se vayan diluyendo los días de temperaturas altas y que obras indispensables se intensifiquen
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