En 1944, 24 de julio, salió con destino a Estados Unidos de Norteamérica el Escuadrón 201 de la Fuerza Aérea Mexicana, para sumarse a la Segunda Guerra Mundial, entonces en pleno, con misión específica, custodiar el Océano Pacífico. Esta unidad, que nos representaría, fue algo nuevo en la historia de la República. Requirió de la organización de una identidad competente y definida que tan honrosamente llevó nuestro corazón, y que también participó en combate con otros grupos militares fuera del país.
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