Leodegario Hernández Cortez es un hombre marcado por la lucha por la justicia desde su infancia. Proveniente de un pequeño pueblo, donde las injusticias eran parte de la vida cotidiana, su historia personal lo llevó a convertirse en uno de los defensores más firmes de la legalidad y los derechos en el estado de Hidalgo. Hoy, como magistrado del Tribunal Electoral del Estado de Hidalgo, sigue guiado por una convicción profunda: la justicia no solo es un ideal, es una obligación moral.
Desde niño, Leodegario vivió en carne propia las adversidades que surgen cuando la justicia no se hace presente. Su familia se vio obligada a abandonar su pueblo, y fue entonces cuando las palabras de su tío lo marcaron para siempre: “Estudia la Constitución, porque tú eres el que nos va a defender”. Estas palabras no solo se convirtieron en un mandato familiar, sino en una misión de vida que ha seguido de manera incansable. Con los años, esa promesa se transformó en una carrera comprometida con los principios del derecho y la equidad.
Hernández Cortez no solo destaca por su conocimiento de las leyes, sino por un rasgo que lo define profundamente: su carácter fuerte. En sus propias palabras, siente que “nació varios metros bajo tierra”, teniendo que luchar con uñas y dientes para salir adelante. Esa lucha constante forjó una personalidad robusta y decidida, que ha sido clave para enfrentar las adversidades tanto en el ámbito profesional como personal. Su fortaleza de carácter no es solo una cuestión de temperamento, sino una herramienta esencial para defender sus principios frente a cualquier reto.
Leodegario cree firmemente en el poder de la palabra, un valor que considera esencial tanto en su vida pública como privada. Para él, la verdad y el compromiso con la palabra dada son inquebrantables. En un entorno donde a menudo la simulación y el engaño pueden tomar protagonismo, él se ha mantenido firme en la idea de que un ser humano debe cumplir lo que promete, con la convicción de que solo así se puede construir una sociedad más justa.
A lo largo de su carrera, ha desempeñado diversos roles en el ámbito del derecho, siempre con una visión clara: defender a quienes buscan justicia. Su trayectoria incluye ser asesor jurídico en distintos ayuntamientos de Hidalgo, asesor legislativo en el Congreso del Estado y el Senado de la República, y actualmente, magistrado y magistrado presidente del Tribunal Electoral del Estado de Hidalgo. Además, su formación académica es amplia y diversa, con estudios en derecho penal, derecho electoral y una especialización en justicia electoral.
Sin embargo, a pesar de su éxito profesional, Hernández Cortez nunca ha perdido de vista lo que considera sus pilares fundamentales: la familia y la lealtad a sus amigos de toda la vida. A diferencia de muchos que se ven rodeados de nuevas amistades por el poder de sus cargos, él ha mantenido los mismos amigos, con los que ha compartido tanto triunfos como dificultades. Su esposa, Juana, ha sido su apoyo constante a lo largo de los años, y en ella encuentra el equilibrio necesario para enfrentar las exigencias del servicio público.
En el corazón de su vida profesional está la vocación de servicio. Para Leodegario, el servicio público es mucho más que ocupar un cargo o cumplir con formalidades. Lo ve como una oportunidad para transformar, innovar y, sobre todo, ayudar a la ciudadanía. No cree en las simulaciones ni en la burocracia vacía; su visión es clara: cada día en el servicio público debe ser utilizado para hacer una diferencia real en la vida de las personas.
Leodegario Hernández Cortez sigue comprometido con la justicia y con la sociedad. Para él, la aspiración más noble es continuar defendiendo los derechos de los más vulnerables y asegurar que todo aquel que se queje con justicia encuentre en los tribunales una institución que lo escuche y lo proteja. Esta convicción, inspirada por José María Morelos y Pavón, sigue siendo su guía en su vida profesional y personal.
Hoy, Leodegario se declara inmensamente feliz. Ha luchado por sus principios, ha forjado un camino basado en la honestidad y el carácter, y ha mantenido firme su compromiso con la justicia. Desde su trinchera, seguirá trabajando para que Hidalgo sea un lugar donde la justicia prevalezca por encima de cualquier otra cosa.
