En un municipio que ha experimentado una creciente preocupación por la seguridad en los últimos años, la reciente declaración del alcalde de Mineral de la Reforma, Eduardo Medécigo Rubio, ha resonado con fuerza: “No más un Mineral de la Reforma inseguro”. Con esta afirmación, Medécigo no solo reconoce el malestar que se ha acumulado entre la población, sino que también se compromete a una de las promesas más importantes de su campaña. Y en un escenario donde la inseguridad ha sido uno de los temas más apremiantes, sus primeras acciones en este rubro serán clave para medir su capacidad de liderazgo y la eficacia de su administración.
Durante el primer lunes cívico de su gestión, Medécigo dejó en claro que la seguridad es una prioridad, como lo fue para muchos habitantes durante la campaña. En este acto, el alcalde pasó lista a los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública municipal, una acción cargada de simbolismo que busca establecer el tono de una gestión de proximidad con las fuerzas del orden. La imagen del nuevo presidente municipal supervisando de primera mano las áreas operativas, junto al comisario de la Guardia Nacional y secretario de Seguridad, Jorge Alberto Trejo Terrazas, refuerza la intención de acercar el liderazgo político a la seguridad operativa.
Este compromiso viene acompañado de una promesa importante: la dotación de recursos y herramientas necesarias para que los cuerpos de seguridad puedan responder de manera eficaz. El alcalde dejó claro que no permitirá que los elementos encargados de la seguridad pública trabajen sin el equipo adecuado, un reto que no es menor en un contexto de recursos públicos limitados y con la creciente demanda ciudadana de más y mejor protección.
Sin embargo, lo más relevante de sus primeras declaraciones es la confirmación de que habrá una estrecha coordinación entre el Centro de Comando y Control (C2) municipal y el C5i estatal, que opera bajo el liderazgo del gobierno de Hidalgo. Esta colaboración es fundamental, ya que uno de los principales desafíos en muchos municipios es la falta de comunicación y coordinación entre los diferentes niveles de gobierno y sus respectivos cuerpos de seguridad. Si bien el C5i ha demostrado ser una herramienta valiosa en la lucha contra el crimen en la región, su éxito en Mineral de la Reforma dependerá de una integración fluida con los esfuerzos locales.
El hecho de que Eduardo Medécigo haya subrayado la importancia de esta coordinación desde el inicio de su mandato es una señal positiva. Un frente común entre el C2 y el C5i puede potenciar la capacidad de respuesta ante emergencias y delitos, mejorando la eficiencia en la prevención y reacción ante el crimen.
A pesar de las buenas intenciones expresadas por el alcalde, la realidad en muchos municipios es que las soluciones a la inseguridad son multifacéticas y requieren no solo de una mejor policía o tecnología de vigilancia, sino también de un enfoque integral que ataque las causas estructurales de la violencia y la criminalidad. Mineral de la Reforma enfrenta retos que van más allá de la mera supervisión de sus elementos policiales. La marginación, el desempleo y la falta de oportunidades para los jóvenes son factores que inciden directamente en la seguridad y que deben ser atendidos de manera paralela a los esfuerzos policiales.
Es alentador que Medécigo haya mostrado voluntad política para enfrentar la delincuencia, y es aún más prometedor que haya dejado claro que no será un tema que trabajará en solitario. La colaboración con las instancias estatales y federales será clave para devolver la paz que tanto añoran los ciudadanos.
En resumen, el verdadero desafío comienza ahora. El tiempo dirá si Eduardo Medécigo podrá transformar Mineral de la Reforma en un lugar más seguro, pero, por lo pronto, ha dejado claro que está dispuesto a enfrentar ese reto con determinación.
